Editorial No. 9

Muchas problemáticas han sur-gido desde la última vez que nos leíste. Nuestro inicio de año estuvo inmerso en un contexto totalmente imperialista: entró en vigor el TLCAN firmado desde tiempos de Salinas de Gortari, hubo un incremento general de precios, entre estos y a consecuencia de él: el gasolinazo, la imposición de un Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, extranjero, etc., etc., etc., sucesos que no podemos dejar de lado, pero que tampoco podemos abordar ahora, debido a que más problemáticas siguen surgiendo y surgirán próximamente, y no podemos estancarnos en el pasado, aunque este pasado resulte muy actual.
Tenemos un compromiso social con el país de hacer conciencia, de dar a conocer la información real (la que no está tergiver-sada por los medios masivos), y de ser críticos ante los problemas sociales, políticos y económicos que surgen en nuestra América Latina y que hoy han llegado al extremo. Como problemas inmediatos notamos la pretensión oligárquica de privatizar PEMEX y las acciones contra la soberanía nacional de los países latinoamericanos por parte del imperio, como el reciente bombardeo realizado por Colombia en Ecuador, del que resultaron muertos compañeros estudiantes mexicanos.
Resulta que lo único que se lograría con la privatización de PEMEX sería el fomento del dominio hegemónico de los países centrales imperialistas, evitando así el desarrollo económico de México ya que, según se sabe, es su empresa más importante. De hecho en 2008 ya estamos aportando una cuarta parte del petróleo que adquieren los Estados Unidos de América y además resulta ser una empresa paraestatal que paga más impuestos que todas las empresas privadas juntas. Además con esta pretensión imperial se pone en riesgo el abastecimiento de este recurso y sus derivados para el pueblo mexicano, siendo esta una de las tantas obligaciones del Estado.
Y para seguir hablando de atentados a la soberanía nacional de los países latinoamericanos toquemos el tema de la masacre de Sucumbíos. El pasado primero de Marzo el ejército colombiano perpetró un bombardeo a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en territorio ecuatoriano, violando así la soberanía de Ecuador y vulnerando varias leyes internacionales. Así el imperio agita nuevamente su bandera de conquista sobre nuestros países ya que el gobier-no Colombiano es un fiel lacayo del gobierno yanqui permitiendo la instalación de bases militares gringas en su territorio. En este terrible acto terrorista gubernamental resultó herida Lucía Andrea Morett, estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (FFyL), y murieron Juan González del Castillo, Fernando Franco Delgado y Verónica Natalia Velázquez Ramírez, estudiantes de la FFyL, así como Soren Ulises Avilès Àngeles, estudiante del CIECAS del IPN. Inmediatamente los sectores más reaccionarios de nuestro país, se han lanzado contra la UNAM declarándola semillero de guerrilleros.
El gobierno de Felipe Calderón no ha servido ni para condenar los ataques ni para apoyar a Lucía y los familiares de las víctimas lo cual se le ha exigido continuamente durante más de un mes. Así demuestra nuestro gobierno su debilidad, su poco apoyo a la soberanía latinoamericana, su poca solidaridad con la UNAM, y lo más grave: que ante abusos de gobiernos extranjeros a ciudadanos mexicanos es incapaz de defender los intereses nacionales.
No podemos aceptar, ni tolerar la criminalización de la resistencia, debemos sumarnos a las movilizaciones contra la privatización de PEMEX y en favor de los compañeros estudiantes mencionados y sus familias. No les permitamos prolongar o evitar que hagamos conciencia y defendamos lo que es nuestro.